El Despertar (parte 1)

Hay mucho material sobre este tema que podríamos armar un libro de tanto que se ha escrito, pero después de hablar con clientes, amigas y gente que voy conociendo en la vida, llegue a la conclusión de que la mayoría de las personas no tienen mucha idea de que se trata la famosa frase “EL DESPERTAR”.

Así que para aquellos que están incursionando en este tema, vamos a darles unas pinceladas del tema “EL DESPERTAR”.

El despertar no se trata de cuando en la mañana nos despertamos y damos nuestros primeros pasos por nuestra casa, desayunamos y realizamos las tareas de la casa. El despertar esta relacionado con cosas que están más allá de lo material o de obligaciones con nuestra familia o trabajo.

Nos referimos al despertar de nuestro interior… Más precisamente nuestro interior espiritual, esa parte que por mucho tiempo permaneció dormida, que no le dábamos la importancia que teníamos que darle, porque era más importante nuestro desarrollo material, de trabajo o lo que decidiéramos en ese momento desarrollar y prestar toda nuestra atención.

¿A qué llamamos nuestro interior? ¿A nuestros órganos? ¿Funciones vitales? NO. De ese tema se encarga nuestro propio cuerpo y los médicos.

Acá nos estamos refiriendo a nuestra alma, a nuestras emociones, a esas sensaciones que tenemos en nuestro interior y no sabemos explicar, a esas ganas de saber más sobre el espíritu, la relación que tenemos con lo divino, con el mundo invisible ( así lo llamo yo) que no lo podemos percibir ni tocar con nuestras manos ni nuestro cuerpo, sino que esta siendo percibido por esos sentidos que están dentro nuestro, y que de alguna manera, sentimos que están ahí, sintiendo esa llamada a descubrir temas que antes no nos interesaban o sensaciones que antes no sentíamos, pero que ahora cada día que pasa las vamos sintiendo cada vez más, y llega un momento que esas sensaciones y pensamientos nos ahogan, muchas veces no nos dejan dormir porque nos desvelamos con pensamientos y emociones que nos dejan sin respiración, sin embargo, sabemos que están ahí, sin una explicación racional para nuestra mente.

Es ahí, en ese preciso momento, cuando dejamos esas emociones y ganas de investigar a un lado porque para nuestra mente es algo ilógico, que no tiene ni pies ni cabeza, pero en nuestro corazón sabemos, sentimos que si tiene una lógica misteriosa, que nos atrae como un imán que lo podemos percibir con nuestra piel, nuestros sentidos y nuestro ser.

Ahora vamos a concretar un poco más ese despertar que tanto nos atrae pero que no terminamos de comprender.

Durante siglos, el ser humano nutrió su cuerpo y algo de su mente. Al principio, el ser humano era primitivo con sus necesidades porque no tenía la capacidad de comprender conceptos complejos, no porque no sea inteligente, sino porque la sociedad en la cual se desenvolvía era simple. Transcurrieron los siglos, y el avance tanto material como social, fueron incorporándose diferentes elementos que hicieron que el hombre tuviera que esforzarse un poco más, para comprender los nuevos conceptos que se iban incorporando a la sociedad.

Nuevos pensadores transformaron la mente del humano, no trataban todavía el tema del espíritu. Solo unos pocos alrededores del mundo comenzaron lentamente a incursionar en lo que luego se transformarían en diferentes teorías, pero eso es otro tema.

Estos pensadores aplicaron pensamientos más profundos hasta llegar a cuestionar la propia existencia del ser humano. Esto hizo que la mente se tuviera que esforzar por comprender esos nuevos conceptos, además tenemos que mencionar el tema de la ENERGÍA QUE IMPERABA EN ESOS TIEMPOS. No era una energía de luz, era de oscuridad, no había tanta luz como se creía, porque la tierra tuvo que evolucionar, pero ese es otro tema, que lo trataremos más adelante.

El hombre ha intentado comprender esos cambios, tanto de pensamientos como de energías. Primero, solo pudo comprender el pensamiento porque la mente le impedía procesar más rápido, el tema de la energía era una cosa muy rara, casi podríamos decir que era cosa de brujas.

Todo lo que no se podía comprender con la mente, se lo tildaba de cosas de brujas, pero en realidad no era así, sino que la mente no lo podía pasar por el tamiz de la razón. Lo que no podía explicar la mente en esos tiempos, era cosa de brujas. Nosotros intentaremos explicar la corriente de pensamientos que dieron paso a esta transformación hacia el DESPERTAR DE LA NUEVA CONSCIENCIA.

A fines del siglo diecinueve, principios del veinte comenzaron a aparecer pensadores muy audaces que, a pesar de jugarse su reputación, preferían dar a conocer sus teorías del alma, energía y principios positivistas. Fueron muy revolucionarios para su época. Ahí comenzó a verse y sentir un poco más de luz y la energía que llegaba, era un poco más clara que antes.

Así fueron apareciendo en esos dos siglos, pensadores que transformaron la forma de percibir la realidad imperante en ese momento que, si lo vemos con más precisión, podemos decir que tenían mucho coraje para hablar de esa forma porque muchos fueron tildados de locos, hasta que sus teorías fueron aplicadas en los cuerpos físicos, y los mismos, tuvieron grandes transformaciones.

Así fue despertando una era de pensadores que comenzaron a cuestionar todo lo que estaba delante de ellos, eso hizo que la humanidad también se cuestionará quienes eran, que hacían aquí y cual era el rumbo que tenían que tomar sus vidas.

Esos cuestionamientos fueron los primeros dentro de muchos otros, los que comenzaron a provocar en el interior del ser humano, una especie de revolución interna que cuestionaba todo lo que era visible para los ojos y darle presencia a lo que era invisible ante la mirada humana.

Cada vez fueron más los cuestionamientos que se realizaron, y estos, provocaron a su vez, que las emociones también fueran cuestionadas, y éstas a su vez, provocaron que el actuar del humano sea objetado.

Fue una cadena de cuestionamientos los que llevaron a la mente del humano a debatir todo… Esto provocó que la mente diera paso a las emociones, y éstas, a la expresión del alma.

Poco a poco el alma fue tomando el lugar que se merecía, para dejar a un lado la mente, que no deja expresar nuestra verdadera esencia divina.

Estos conflictos que se fueron dando entre mente, cuerpo y esencia son lo que provocaron lo que LLAMAMOS EL DESPERTAR DEL ALMA.

No es un despertar hacia la materialidad sino un despertar hacia la ESPIRITUALIDAD, hacia lo INVISIBLE que se termina transformando en algo casi esencial para nuestra existencia humana.

Este despertar espiritual no se dará en todos los eres vivientes, porque habrá seres que no sientan ese despertar, continuarán en un estado de adormecimiento, que es perfecto para su alma, y debemos respetar ese estado, como también respetar el despertar.

Despertamos hacia nuestra PROPIA ESENCIA, hacia un mundo interno rico en emociones, en sensaciones nuevas, comprender la nueva energía que esta llegando al planeta y la nueva energía que también esta emanando la madre tierra, porque no solo la energía proviene del exterior, sino que también proviene del interior, de su núcleo, porque la transformación de la madre tierra es inminente y real.

Despertamos a tener nuevas sensaciones y pensamientos cada día, a estímulos internos que no podemos explicar con nuestra mente racional, a sentir emociones que antes no podíamos sentir porque estábamos adormecidos con tanto ir y venir en la vida cotidiana.

Despertamos cuando tomamos contacto con la naturaleza y sentimos esa gran emoción de ver como ella se abre paso, y nuestro cuerpo, siente una energía diferente cuando estamos en contacto con ella, porque nos da placer sentarnos en la hierba, tocar un árbol, observar una flor o simplemente mirar el cielo. Regresamos a nuestras casas con una sensación de bienestar que nunca lo habíamos sentido. Eso se llama el NUEVO DESPERTAR.

Despertamos a todo un mundo nuevo de energías y sensaciones a flor de piel que nos emocionan cuando nos permitimos sentirlas, porque el cuidarnos, querernos, observarnos, darnos el lugar que nos merecemos nos emociona, nos da placer, nos permite expandir nuestro campo de energía hacia donde antes jamás lo hubiéramos imaginado.

Esto y mucho más es el verdadero despertar.

Si tienes alguna duda o cuestión que quieras compartir, no dudes en escribirme que estaré encantada de poder hablar contigo, un abrazo enorme lleno de luz.